martes, 3 de febrero de 2009

Hacia una nueva sociedad del conocimiento: retos y desafíos para la educación virtual

Autores: Agustín Buendía Espinosa y América Martínez Sánchez

En este capítulo se destaca la trascendencia que tienen los cambios en las sociedades, menciona que “la sociedad ha evolucionado de una sociedad industrial a una sociedad de conocimiento”.
Las nuevas economías dan gran importancia a las ideas que una persona desarrolla, más que a sus habilidades o destrezas físicas. También se resalta el uso de herramientas tecnológicas innovadoras.
Este mundo tan cambiante y globalizado exige mayor competitividad, mayor cantidad de participantes, facilidad de comunicación y difusión de la información. De modo que los estudiantes se enfrentan a nuevos retos, a mantenerse vigentes y actualizados para poder competir en este nuevo contexto.
La Unión Europea reconoce el papel de la educación y reconoce algunos factores que combinados favorecen a la construcción de sociedades del conocimiento, tales como: producción de nuevos conocimientos, divulgación de la tecnología de información y empleo por medio de nuevos procedimientos industriales y servicios.
De aquí que la educación y las sociedades del conocimiento se enfrentan a nuevos retos, como:
reto del conocimiento (congruencia del sistema educativo con los cambios en las sociedades y el mundo laboral)
reto de la descentralización (otorgar mayor autonomía y responsabilidad a la escuela)
reto político (las diferencias en la sociedad impiden el desarrollo de nuevas oportunidades)
reto de la integración social (los sistemas educativos deben buscar integrar a los estudiantes en nuevas sociedades de conocimiento).

El acelerado ritmo con el que cambian las sociedades, provocó una serie de reflexiones relacionadas con la generación de sociedad de conocimiento, aquí surge el proyecto Tuning, como parte de esta metodología surgieron algunos conceptos como resultados del aprendizaje y competencias.
El Banco Mundial reconoce las características del contexto de la sociedad y refiere que se hace necesaria la creación de un nuevo modelo de educación apropiado para este contexto de sociedad de conocimiento. Destaca la necesidad de que las personas sean capaces de mantenerse actualizadas a lo largo de su vida. Este organismo internacional propone que la educación favorezca la creación, aplicación, análisis y síntesis de conocimiento.
La universidad es una institución clave de la modernidad, según Delanty (2001) pues aquí se interconectan el conocimiento, la cultura y la sociedad. Se debe buscar interconectividad comunicativa entre universidad-sociedad, entre la universidad y estado, así como ente las ciencias.

Características de la ciudad del conocimiento
Partimos de las nuevas demandas que exige el contexto actual, esta situación ha favorecido el desarrollo de nuevas competencias, destacando la capacidad de integrarse y ayudar en la construcción de su contexto.
Se mencionan varios autores y las diferentes terminologías utilizadas para nombrar a la ciudad del conocimiento, tales como: ciudad de aprendizaje en donde se resalta el aprendizaje como un proceso continuo que permite el desarrollo del potencial humano y la capacidad de colaborar y apoyar a los propósitos de otras ciudades. Otro término es el de ciudad digital que reconoce la importancia de los elementos virtuales y que favorecen la comunicación con otras comunidades. Por otro lado encontramos el término ciudad inteligente que es una entidad espacial simultáneamente real y virtual, en donde se promueve la innovación en tecnología.
Se enfatiza el acceso a las nuevas tecnologías de comunicación, disponibles a todos los ciudadanos como instrumentos que hagan accesible el conocimiento y propicien la interacción y la innovación.

Filosofía educativa humanista y teorías de aprendizaje
Pese a que existe controversia entre las definiciones de filosofía de educación, se toma como referencia en este capítulo la descripción que hace Moore (1999) ya que ofrece un equilibrio entre teoría y práctica, ya que sin una teoría el actuar no será una práctica de ninguna manera, sino sólo conducta sin sentido.
La filosofía educativa estudia el lenguaje de la teoría y también lo que hacen los educadores, en otras palabras se analiza el discurso y la práctica educativa.
De lo anterior se desprende la revisión del concepto de educación humanista y se presentan las siguientes inferencias: el conocimiento es un proceso de construcción y autoconstrucción donde el individuo juega el papel principal.
Una educación humanista es aquella cuyo criterio y horizonte últimos es la dignidad humana y se debe alcanzar si se satisfacen necesidades de libertad, conciencia, la sociabilidad, la objetividad y la universalidad.

Andragogía y constructivismo
Primero hay que entender que un modelo pedagógico tradicional esta centrado en el profesor y es él quien tiene la responsabilidad de tomar decisiones y el rol del alumno es solo el de seguir las instrucciones. Los alumnos aprenden solo lo que el profesor enseña y lo que necesitan para pasar de año, solo están motivados por las calificaciones.
La andragogía ayuda a los individuos a aprender a autodirigirse, de modo que ellos tienen la responsabilidad de planear, ejecutar y evaluar sus actividades de aprendizaje. Los adultos tienen un autoconcepto de ser responsables de sus propias decisiones, están motivados a aprender y se involucran en el aprendizaje y aprenden más por motivadores internos que externos.
La teoría constructivista es consistente con la teoría andragógica. El constructivismo es una teoría muy útil en la educación pues se enfoca en el alumno y en el proceso de aprendizaje. Resalta el carácter socializador de la educación y resalta la labor de los profesores como partícipes y corresponsables del logro de los objetivos. Esta perspectiva considera a las personas como individuos activos, enfatizando la participación del estudiante para comprender y dar sentido a la información.

Competencias del ciudadano del conocimiento
Primero se describe el término competencia desde diferentes puntos de vista, resumiendo: se nombran dos tipos de competencias: las competencias laborales se desarrollan por medio de la capacitación, mientras que las competencias del ciudadano se dirigen a prepara para el trabajo y para la vida.
Antes de ser un ciudadano del conocimiento se es un ciudadano democrático. El ciudadano democrático muestra competencias que le ayudan a formarse como una persona libre, autónoma y un actor ético y constructivo, estas competencias pueden ser de tres tipos: individuales (hacer planes de vida y proyectos personales, el logro de metas propias, entre otras), grupales (considerar a cada persona como ser humano, relacionarse bien con los demás, etc.) y sociales (convivir con los demás, defender la democracia, trabajar para lograr la paz, entre otras).
Las competencias del ciudadano del conocimiento se basan en los valores (respeto, responsabilidad, honestidad y confianza), así como en actitudes (autoestima, aprender a aprender, autoadministrado), en Conceptos (sistemas de información y tecnológicos, entre otros) y Habilidades (administración de información, razonamiento, etc).
La propuesta es que la educación diseñe estrategias y técnicas de aprendizaje que favorezcan el fortalecimiento de los valores del ciudadano del conocimiento.

La Universidad Virtual y el desarrollo de competencias del ciudadano del conocimiento
Los cambios demográficos, económicos y de la información, en este mundo globalizado han planteado retos importantes para la educación virtual, ahora la tendencia es buscar que los educandos generen, adquieran y transfieran el conocimiento a su área profesional y social para colaborar en el desarrollo sostenible de la sociedad. La educación virtual debe además diseñar estrategias que permitan construir y descubrir el conocimiento.

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